Siempre que hay un fallecimiento es un día triste para muchos, pero si además coincide que la persona fallecida es joven son muchos más en los que el dolor y la impotencia se hacen presentes.
Eso ocurre hoy en nuestra localidad donde damos entierro a Rodrigo, un niño de 8 años, que si bien no es de nuestro pueblo ya residía aquí desde hace un tiempo y era un montehermoseño más, formando parte incluso del equipo benjamín del Club Polideportivo Montehermoso, donde era uno de los jugadores más querido y con mayor proyección.
Rodrigo falleció en pasado domingo en un trágico accidente de tráfico cuando en compañía de sus abuelos se dirigía a visitar a unos familiares.
Vaya desde aquí, mi más sentido pésame a la familia.
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